En este caso, durante la noche de la víspera del patrón de los animales, en el exterior de la ermita se prende una gran hoguera y la hermandad ofrece “limoná” y una tapa de “somallao” a los visitantes. Paralelamente, la ciudad se llena de lumbres realizadas por los vecinos, en cada una de las cuales hay “somallao” y se asan patatas en las brasas. Por tanto, los vecinos y los visitantes pueden recorrer los corros en torno a las hogueras y degustar estos sabrosos alimentos, además de beber un buen trago de “limoná”. Asimismo, se puede disfrutar de la conversación e incluso de alguna canción tradicional. De hecho, hay premios para la mejor y más animada hoguera, para el mejor “somallao” y para la mejor “limoná”.
Al día siguiente, después de la función religiosa, se puede llevar a los animales a la ermita para que sean bendecidos.