En la llanura manchega, en el nordeste de la provincia, se extiende una espaciosa población blanca con olor a vendimia: se trata de Tomelloso. Se encuentra en el vértice donde se unen Cuenca, Albacete y Toledo.
DATOS DE INTERÉS
En la llanura manchega, en el nordeste de la provincia, se extiende una espaciosa población blanca con olor a vendimia: se trata de Tomelloso. Se encuentra en el vértice donde se unen Cuenca, Albacete y Toledo.
La zona comienza a poblarse en 1530 en algunas tierras baldías de la villa de Socuéllamos, alrededor de un pozo utilizado por los pastores de la zona para abrevar a sus ganados; eso es el Pozo Tomilloso. Este lugar se encontraba al lado de los restos de un antiguo villar, en un cruce de caminos en la confluencia de un ramal de la Cañada Conquense con la vereda destino Alhambra; también se encontraba muy próximo al Camino Real de Carreteros que conducía a Valencia y a Murcia.
Desde muy pronto son continuos los periodos de sometimiento o independencia entre la aldea y la villa matriz, pugna que finaliza aproximadamente entre los años 1758 y 1764. Asimismo, es en estos años cuando los vecinos comienzan a cultivar viñas para completar el masivo laboreo de cereal, aunque será durante el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del XX cuando la vid y el vino se conviertan en el principal protagonista de su economía, de su cultura y su riqueza.
Entre las fiestas populares celebradas a lo largo del año la más importante seguramente sea el Carnaval: es uno de los festejos más participativos y divertidos de la localidad, que despunta por su Desfile de Comparsas Escolares, declarado de Interés Turístico Regional. Este fin de semana de marzo suele ser un buen momento para que el viajero se acerque con sus hijos a disfrutar de unos días de disfraces, diversión y magia, observando los desfiles de grupos y comparsas con luz, color, muchas risas y humor.
Cuarenta días después tiene lugar la Semana Santa, que congrega varias vistosas procesiones con pasos y cofradías que muestran la devoción de los vecinos. Estas destacan por su sobriedad y espíritu participativo, con la participación de diecisiete cofradías y hermandades; destaca la Procesión del Silencio. Hay otra serie de actividades culturales relacionadas con la religión como exposiciones o conferencias.
El último fin de semana de abril se celebra la romería a la Santísima Virgen de las Viñas, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. El día más importante es el domingo, cuando se homenajea a la Patrona de Tomelloso en una fiesta popular marcada por el júbilo, la alegría, el compañerismo, el acogimiento de los visitantes, la religiosidad y el vistoso y tradicional desfile de tractores y carretas engalanadas. Tiene lugar en el santuario de la Pinilla, a cuatro kilómetros de la localidad, en dirección a Pedro Muñoz.
Las Ferias y Fiestas Patronales del 24 al 30 de agosto son una semana de diversión que homenajean a la Virgen de las Viñas. Son una de las más importantes de Castilla- La Mancha, plagadas de variadas actividades y regocijos desde Jornadas agroalimentarias, competiciones deportivas, certámenes culturales (la Fiesta de las Letras), certámenes musicales o la Fiesta de la Vendimia, con la obtención de los primeros mostos. Desde hace algunos años, una semana antes (15 de agosto) se celebra el Festival Internacional de Folklore “Ciudad de Tomelloso”.
Las otras dos festividades que tienen bastante interés, tanto cultural como religioso, son la de San Antón el día 17 de enero, cuando se homenajea al patrón de los animales con tradicionales hogueras y barbabcoas, y la de San Isidro el 15 de mayo, con una romería a la ermita del patrón de los agricultores.
Esta gran agro-ciudad manchega activa y actual conserva a la vez gran parte de su rica cultura y sus tradiciones. Sus gentes, alegres y trabajadoras, reciben al viajero y le recitan pausadamente alguno de los poemas de Eladio Cabañero, le acompañan al Casino para enseñarles donde se sentaba Plinio con su amigo Don Lotario a tomarse un chato mientras resolvían casos policiacos de las novelas de García Pavón, o describen alguno de los cuadros del famoso pintor que tiene en la localidad el excelente Museo Antonio López Torres. Y es que el mundo cultural ha visto a grandes figuras literarias y artísticas que tuvieron sus raíces en esta ciudad manchega.
La Plaza de Tomelloso es inesperadamente grande y sobrecoge por la belleza del soberbio y blanco edificio del Ayuntamiento que se encuentra en uno de sus lados. Enfrenta suya está la majestuosa iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, mientras que en el otro lado de la plaza se encuentra la tradicional y acogedora Posada de los Portales. Esta amplia Plaza da paso a la calle principal de la localidad, eje comercial a la que se unen una serie de calles cortas y recoletas. En casi todas las calles de esta zona hay comercios y unos tradicionales y curiosos despachos de vino, que ofrecen un encuentro muy grato con una variada selección de productos de la tierra que se pueden adquirir tras escuchar los buenos consejos del tendero. Tomelloso también está salpicada de bares y tabernas con animación y ambiente para todos los gustos. Hay calles por las que simplemente da gusto caminar, desde las que se pueden observar edificios interesantes de finales del siglo XIX o de mediados del XX.
Es recomendable recorrer el gran caserío blanco con cuevas familiares en el subsuelo, aireadas por sus llamativas lumbreras; por sus calles se accede a varios puntos con mucho carácter, como el Parque, un espacio verde al lado de edificios educativos y deportivos, centro de bares y restaurantes de muy diversas especialidades. Mientras se recorre la ciudad es obligatorio pasar a visitar los museos, que tienen una gran variedad para todos los gustos; destacan el del pintor Antonio López, el del Bombo, el de los Carros, el Contemporáneo, la Posada y el Taurino.
También es ineludible conocer el pasado y el presente vinícola de la localidad con la visita a alguna de las muchas bodegas, estancia grata y relajante asegurada. Del mismo modo se deben contemplar las erguidas y centenarias chimeneas de las fábricas alcoholeras, cada una con su carácter y estilo único; existen rutas que ayudan a seguir un recorrido por el que disfrutar al máximo de las posibilidades que ofrece la ciudad.
Finalmente, muy cercano a Tomelloso, en el paraje de Pinilla, está el Santuario Ntra. Sra. de Las Viñas, lugar para visitar y recrearse en su extensa área arbolada. Allí se celebra una afamada romería, que destaca por un inolvidable paso de romeros con sus carros, carretas y caballos engalanados.
Su gran valor natural y paisajístico se encuentra en la gran llanura con las infinitas hiladas de viñedos y su cielo de belleza cambiante según las estaciones. Salpican este verde en verano u ocre del invierno las características arquitecturas populares casillas y bombos de un blanco intenso.
Hay en algunas zonas retazos de monte bajo, con coscojas y carrascas. En el paraje de Pinilla aún existe una arboleda compacta muy adecuada para pasar una tranquila tarde.
Tomelloso forma parte de las siguientes rutas turísticas:
Hay artesanos de muchas destrezas distintas en el gran término de Tomelloso. Entre sus gentes se encuentran modistos, restauradores, carpinteros, artistas del metal y decoradores de muebles, entre otros muchos.
D.O. Vino de La Mancha
Reservas, brandy, licores, mistela, vermú.
D.O.P. Queso Manchego
I.G.P. Melón de La Mancha
I.G.P. Pan de Cruz
M.C. Cebolla de La Mancha
Repostería tradicional en panaderías y pastelerías.
Muy de la localidad son los despachos de vino, tiendas tradicionales con gran variedad de productos de alimentación de la tierra.
En Tomelloso hay que degustar las excelentes migas, las gachas, el empedrao, el pisto, el asadillo veraniego y la caldereta de cordero. También destacan sus dulces de Semana Santa: los rosquillos y las flores. Una peculiaridad tradicional muy sabrosa y poco conocida son los postres de la vendimia: las tortas de mosto, el mostillo y el arrope.
El pan de Tomelloso aún sabe a pan, fabricado de forma artesanal para que obtenga el mejor sabor. Se puede comprar junto a mantecaos, pastas floras y otras pastas muy sabrosas en las diferentes panaderías distribuidas por el pueblo.
Durante el siglo XVIII, junto al cereal, se comienza a cultivar la vid en el municipio, alcanzando un gran apogeo durante el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del XX, hasta convertirse casi en un monocultivo. La enorme producción vinícola, junto a una situación geográfica que dificultaba la comunicación con otras poblaciones, fomenta la creación de un gran número de alcoholeras entre los siglos XIX y XX, que reducen el volumen de producción y facilitan el transporte y la comercialización. Muchas de las chimeneas de estas alcoholeras, ya desaparecidas, se pueden ver a día de hoy siguiendo una interesante ruta por la localidad.
Tomelloso ha continuado su producción de vino de manera imparable y hoy es el primer productor de alcohol vínico del mundo. En la actualidad cuenta con la Cooperativa Vinícola más grande e importante de Europa: la Cooperativa Virgen de Las Viñas. Existen otras bodegas no menos importantes, como la S.A.T. San José o la Allozo Centro Españolas.
Dentro del propio pueblo existe una ruta turística para conocer el pasado vinícola de Tomelloso: siguiendo unos caminos guiados descubriremos la localización de las antiguas alcoholeras donde se guardaba el vino antes de ser exportado, viendo sus chimeneas y aprendiendo cómo funcionaban.
Carretera: CM-42; N-310; CM-3102; CM-3109; CR-1225
Tren: http://www.renfe.com/ estación en Cinco Casas a 25km
Autobús:Samar,Francisco Gómez e Hijos,Inter Bus,Aisa, Mombus,Tabita Tour y Sair Tour.