Es un auténtico oasis de biodiversidad en esta tierra seca. Concebido en origen para el abastecimiento de agua a la población, ya no se usa para este fin. Actualmente, es un humedal “conquistado por la naturaleza”.
Al estar encajado entre el tupido monte mediterráneo en el que abundan los jarales, es un lugar idóneo como punto de abrevadero de la diversa fauna de esta zona.
Por otro lado, no es difícil avistar ciervos, corzos o jabalíes, así como un variado elenco de aves acuáticas, ya que las aguas del pantano les ofrecen alimento, gracias a los peces y anfibios que viven en ellas. A ello hay que sumar multitud de aves como milanos, cernícalos, águilas, golondrinas, urracas, trigueros, etc.
Realmente, el Cabrerón es una palpable demostración de que no siempre la injerencia humana afecta negativamente a la naturaleza.