La minería y los mineros han sido verdaderos protagonistas de la historia de Almadén, desde sus orígenes hasta la actualidad, por lo que este monumento está dedicado a ellos. Representa la historia de más de dos mil años, el trabajo duro y sacrificado del minero y la historia de un pueblo; la rebeldía contra la explotación del hombre por un salario mísero y el testimonio de una comarca que solidariamente consiguió los objetivos que se proponía.
El conjunto escultórico, inaugurado en 1996, representa a cinco mineros, uno de ellos perforando un enorme bloque de cinabrio mientras los otros le ayudan. El de la derecha se encuentra portando una concha, herramienta típica de Almadén usada para cargar el mineral en vagonetas. Los dos de atrás son muy musculosos, perecen desnudos, emergiendo de la tierra y empujando la vagoneta llena de cinabrio que ocupa la parte central de la escultura.