Se trata de una bella casa-palacio construida en el siglo XVI gracias al mayorazgo de la familia Jedler. A su vez, es conocida comúnmente como “Palacio o almacén los Fúcares”, aunque en realidad perteneciera a Juan Jédler.
No solo destaca por su maravilloso patio a dos alturas, sino que también son dignas de apreciar las yeserías de algunas de sus dependencias y la magnífica escalera de la que dispone. Asimismo, en una pequeña sala, se muestra una recreación de un despacho de trabajo de aquella época, pero también hay interesantes exposiciones temporales a lo largo del año.