Al bajar por la ladera de poniente, frente a la cantera, se encuentra la “fuente pública” o la “fuente del emperador” como también se le conoce, por estar flanqueada por un escudo imperial de Carlos V que da fe de la importancia de esta villa en los siglos XVI y XVII, mediante una inscripción que dice: «Encomienda Mayor de Castilla».
La fuente está adosada a la muralla, y por sus tres caños de hierro fundido se vierten el agua procedente de un manantial subterráneo a los pilones de piedra, utilizados antiguamente como abrevaderos para los animales y como lavaderos de ropa.