Se trata de la casa más representativa que podemos encontrar en las calles de este municipio. Pudo ser obra de D. Juan de Villanueva, arquitecto del Museo del Prado, en la época de Carlos III y su nombre probablemente derive de la función de almacén de grano recaudado de los tributos que donaban todos los vecinos. En su fachada cuenta con un sencillo escudo.