Esta ermita se sitúa a pocos kilómetros de Carrizosa, a los pies del cerro Castellón. Asimismo, allí se encuentran las ruinas del castillo árabe de Peñaflor. Se trata de un edificio de reciente construcción, si bien el santuario y su entorno forman un amplio y bello paraje muy querido por los carrizoseños, ya que allí se celebran la mayoría de fiestas de la localidad.