Es un templo religioso de estilo gótico que se empezó a construir en torno al siglo XV, aunque la bóveda se acabó en el siglo XVI, llevada a cabo por Antonio de Écija. Está formada por una sola nave y está decorada con bóvedas de tracerías. Asimismo, dispone de tres portadas, pero la que más destaca es la Puerta del Perdón.
Aparte de esto, en el Altar Mayor, existe un gran retablo, que está dedicado a la Virgen del Prado y que fue realizado por Giraldo de Merlo alrededor de 1616. Además, en su interior se encuentra una obra moderna del escultor Raussel y Llorels.