Este es otro de los yacimientos declarados como Zona Arqueológica desde 1974. Aquí aparecieron una serie de pinturas, las cuales fueron descubiertas por el cura de Montoro en 1783. Dichas pinturas son esquemáticas y tienen signos triangulares concéntricos en zigzag y otras figuras humanas en una escena de danza ritual. Como ocurría con la cueva de la Batanera, estos restos de la Prehistoria están realizados con colores ocres y rojos y miden unos 25 cm. En cualquier caso, en los alrededores existen otros yacimientos con pinturas rupestres, pero están peor señalizados y es mejor visitarlos con un guía.