El río Azuer estaba jalonado por once molinos que se encuentran actualmente en diferentes estados de ruina; solo el Molino del Rezuelo, edificio imponente de Membrilla, se mantiene dignamente en pie, permaneciendo activo hasta finales de los años setenta. A finales del siglo XX fue restaurado y equipado como museo para que los turistas y habitantes jóvenes conocieran sus procesos internos. De las tres piedras moledoras originarias actualmente solo le quedan dos, pero eso no impide que visitarlo si paseas por Membrilla sea una actividad muy interesante.