Es una casa solariega del siglo XVIII, con fachada blasonada, de cuyo fundador no se tienen antecedentes, se cree que perteneció a los Fernández Cuéllar, apellido que existió en la localidad y desapareció. Ostenta escudo de un solo campo con un pino y un lobo levantado sobre sus patas. Es característico su patio típicamente castellano, con puerta principal de rústica madera y artístico herraje.