Este precioso templo que actúa de Iglesia Parroquial fue construido en el año 1859. Su principal atractivo son sus elementos neorrománicos, como las arquivoltas de la entrada o su impresionante nave central, de más de veinte metros de largo por seis de ancho. Las vidrieras de sus muros, con sus motivos religiosos, llenan de luz y color su interior.
Hay muchas imágenes que se veneran en la Iglesia. Destacan la Virgen del Buen Consejo, patrona del pueblo; San Antonio Abad, patrón masculino; la Virgen de los Dolores, una bellísima estatua; el Santísimo Cristo de Medinaceli, con un posible origen soriano; o el Cristo Yaciente, una soberbia talla del Hijo de Dios.
Durante la Guerra Civil la Iglesia fue saqueada y perdió algunas imágenes y reliquias, destacando su impresionante retablo. Por este y otros motivos hubo que reformar el templo, comenzando por mudar la espadaña y su pesada campana de hierro fundido hasta la entrada a la plazuela de la Iglesia. Más tarde, se reforzaron los techos y se modificaron algunos elementos del altar.