Se trata de dos molinos de viento ubicados al sur de la localidad en el Cerro de San Blas o San Cristobal, a una altitud de 775 metros sobre el nivel del mar, los cuales cierran el paisaje manchego abriendo las puertas de Andalucía. Junto a estos dos molinos se encontraban los restos de una antigua ermita.
El estado actual de uno de los molinos es de ruina, conservándose únicamente parte del cerramiento cilíndrico compuesto de fábrica mampostería ordinaria de piedra cuartífica de la zona. El segundo molino fue reconstruido parcialmente en 1980.