Mi Vida. A nadie le amarga un dulce. Desde pequeña siempre me ha gustado cocinar, de hecho estudié Hostelería y Turismo luchando por hacer lo que más me gusta. El mundo de la pastelería lo he ido descubriendo por vocación como profesora de enseñanza. Para mi, ser docente e impartir clases a mis alumnas de repostería me resulta muy gratificante. Ver sus caras de entusiasmo, las ganas de aprender y de querer saber más, sobre todo cuando vienen y te dicen «gracias por transmitir con tanta ilusión, por hacernos querer y entender esta profesión», definir eso «no tiene palabras…» Mi pasión. En mis sueños, moda y repostería se fusionan. Soy una apasionada de la repostería y de los postres de restauración. Para mí la pastelería es alucinante, mágica y creativa, es una manera de expresar mis sentimientos. Me encanta mostrar mis creaciones y enseñar las técnicas que empleo. Siempre escojo con mucho cuidado los ingredientes que utilizo, deben ser de primera calidad. Nunca dejo nada al azar. En mis sueños, moda y repostería están en una constante fusión: un postre bien vestido resulta irresistible a la vista y además debe tener una perfecta combinación de sabores. No paro nunca. Ni para coger impulso. Es cierto, me gustan los retos y reinventarme, mi mente no para de crear y de buscar colaboraciones en nuevos proyectos. Soy incapaz de detenerme ni para coger impulso, siempre llevo en mi maleta una chaquetilla, un delantal y un baúl con cachivaches vienen conmigo. En cualquier momento estoy lista y preparada para viajar en rumbo de nuevas experiencias. Me rodeo de grandes profesionales para llevar a cabo proyectos ilusionantes, con algunos de ellos mantengo una relación personal muy estrecha. Raticos para el ocio. Mis amigos y mi familia siempre cerca. Aunque me cuesta desconectar totalmente, no hay nada mejor que disfrutar de los momentos dedicados al descanso en compañía de mis amigos/as conocidos y familiares. Si ya de por si disfruto trabajando con ellos, ni te cuento lo bien que lo pasamos en los actos y eventos de ocio, estupendamente es poco. Tengo el gusto de empatizar con mucha gente y de reír a tope compartiendo con ellos momentos muy felices, rodeándome de su cariño y de una amistad incondicional.