Los Encierros de San Miguel son, con total certeza, las fiestas más importantes y con mayor repercusión de Villamanrique, unas fiestas patronales que atraen a vecinos y a turistas. Durante varios días de fiesta se disfruta y se ríe, pero si por algo destaca la celebración es por los encierros taurinos que ocurren cada tarde por las calles de la localidad, que culminan en la plaza de España, improvisada con arena y remolques como un coso taurino.
Aunque hay pruebas de la existencia de los encierros durante el reinado de Carlos V, debido a que en el siglo XVI era común el pastoreo de vacas y bueyes por la tradición ganadera del pueblo, no tienen su auge hasta principios del siglo XIX, cuando se hace el primer gran encierro de vacas bravas en 1816; un tal Don José Lamo instó a los vecinos a que domasen a sus reses bravas en un encierro que no solo cumpliera la función de amansar a las fieras para el uso labriego, sino que también sirviera de espectáculo público y de ocio popular, formando a su alrededor una serie de actividades lúdicas.
A partir de entonces, los nuevos ganaderos del municipio prestaban desinteresadamente sus vacas una tarde al año, de modo que los encierros realizados sirvieran de disfrute de los villorreños y los visitantes. La tradición ha llegado a nuestros días como un gran acontecimiento cultural y lúdico que sigue siendo motor económico por la gran importancia que ha ganado en toda la comarca.
El festejo lúdico evolucionó mucho: al principio consistía en traer a las vacas desde sus respectivas fincas, con la ayuda de caballos, para hacerlas correr por todas las calles del pueblo hasta llegar a la Plaza; allí se encerraban en un corral y se iban soltando de una en una para que siguieran el camino de vuelta a sus fincas y dehesas, de modo que no sufriesen ningún daño y pudieran seguir siendo útiles para las labores del campo. En la actualidad solo corren por la Calle Grande, evitando esparcimientos por todo el pueblo, y desde la Plaza regresan a sus fincas en camión.
Otras actividades interesantes son el pregón del día 28 de septiembre, varios actos religiosos (incluyendo la Santa Misa y Procesión en honor al Santo del día 29), el encierro a pie, las verbenas populares que duran todas las noches, los embarques con sus respectivos almuerzos cada mañana, diversas actuaciones teatrales… Las calles laterales están plagadas de chiringuitos de comida y bebida, tómbolas y atracciones infantiles, de modo que todo el mundo puede disfrutar estos días de diversión, encuentro, tradición y devoción religiosa.
Los Encierros de San Miguel Arcángel fueron declarados Fiestas de Interés Turístico Regional el día 12 de diciembre del año 2014.