Junto a la Iglesia, aparece la Casa de Mendoza, que era la Casa de la Encomienda que la Orden de Santiago y sus comandantes tenían en el pueblo. El edificio aporta su importancia a los diferentes residentes que tenía y a la impronta que dejaron en él, porque estaban haciendo múltiples extensiones, imponiendo sus gustos e ideas, hasta el edificio actual.
La gran casa solariego actualmente agrupa unidades agrícolas y viviendas alrededor de un enorme patio. Las áreas principales tienen dos pisos organizados de manera coherente: dejando las piezas de servicio en la planta baja y las residenciales en el segundo piso frente a la plaza pública, cinco habitaciones que actualmente se conservan. Entre ellos podemos destacar la habitación de invitados, donde entre las muchas personalidades se quedó Santa Teresa de Jesús.
El conjunto tiene dos grandes cubiertas de acceso de grandes dovelas con escudos de armas en la llave, una de las cuales pertenece a Antonio de Mendoza, virrey de México y Perú, quien también fue quien llevó a cabo la reforma principal de la casa en 1524. Don Antonio de Mendoza presentó las ideas renacentistas heredadas de su padre, el anterior comandante Don Íñigo. Una prueba de esto es la escalera al final del corredor y los pilares y capiteles con volutas jónicas.
El Marqués de Aguilar y los actuales propietarios, los señores Lodares, hidalgos en Socuéllamos desde el siglo XVIII, completaron las reformas de la casa construyendo nuevas escaleras y nuevas dependencias.
Época: Siglo XV
Uso: Privado
Visitable: Solo fachada
Libre
Calle Antonio De Mendoza, 37
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