Iglesia Ntra. Sra. de la Asunción (Manzanares). Turismo Ciudad Real

Considerada una de las iglesias de mayor superficie de la provincia, posee una planta de cruz latina de 1200 m2 y cuenta con cinco capillas laterales. Su bellísima portada plateresca se divide en dos partes: la superior, representando el mundo celestial, en contraposición con la inferior, simbolizando los vicios y pasiones terrenales.
La construcción del templo se inició a finales del s. XV y se consagró en 1520, bajo la advocación de Nuestra Señora de Altagracia, aunque las obras prosiguieron en las siguientes décadas. A mediados del s. XVI se encargó a Enrique Egás el Mozo, en colaboración con Alonso Galdón, la edificación del crucero y el presbiterio, ampliándose así su superficie como respuesta al desarrollo demográfico de Manzanares y el consiguiente aumento de feligreses.
La nave central quedó configurada por cinco tramos hasta el crucero y, originalmente, estaba cubierta por bóvedas de terceletes que descansaban sobre pilares con capiteles decorados con cardinas y ménsulas.
A lo largo de la historia el edificio ha sufrido diversas remodelaciones y reconstrucciones en respuesta a los daños producidos, bien por fenómenos naturales, como los terremotos de 1522 o el de 1755, que es muy posible que afectarán a la edificación o bien por los daños ocasionados por incendios, uno fortuito en 1571 y otro provocado la noche del 20 de julio de 1936 al inicio de la guerra civil, que destruyó prácticamente todo el interior del templo, la cubierta y los cuerpos superiores de la torre.
La rehabilitación realizada entre 1943 y 1947 se encargó a Luis Moya y Enrique Huidobro, profesionales muy cualificados para llevar a cabo la tarea encomendada. Las obras ejecutadas en el exterior del edificio reprodujeron con bastante exactitud el aspecto original del templo (los muros, contrafuertes y el conjunto escultórico del pórtico plateresco apenas habían sufrido daños en el incendio).
Sin embargo, el interior tuvo que ser objeto de una importante modificación pues el gran daño existente (únicamente se salvó la cubierta original de la capilla de San Ildefonso), la escasez de materiales, la dificultad para reproducir las bóvedas nervadas originales y el elevado coste que suponía obligaron a adoptar otras soluciones que dotaron al templo de un aspecto que, aunque austero, es muy digno.
El retablo actual fue construido en el año 2003 gracias a la generosidad de Dª Josefa Fernández-Pacheco, una feligresa que donó una de sus propiedades para este fin. Está realizado en madera de cedro, consta de 110 piezas y su peso supera los 8.000 kilos.
Los relieves existentes en las cinco calles y en la predela representan escenas bíblicas donde aparece la Virgen. En el centro del retablo se sitúa la imagen de la Asunción, la única figura policromada y decorada con oro de 24 quilates. Delante de las columnas se representa a los Apóstoles y rematando todo el conjunto un Calvario con Cristo en la Cruz, María y San Juan.
La última intervención realizada en la iglesia estuvo dirigida por el arquitecto local Diego R. Gallego Fernández-Pacheco y ejecutada en los años 2021-2022, gracias a un convenio firmado entre el Ayuntamiento de Manzanares y la Unidad de Acción Pastoral de las Parroquias de Manzanares para sufragar, a partes iguales, los gastos de las obras de restauración de las fachadas sur y oeste.
La portada del mediodía o portada del sol, en la fachada sur, es uno de los mejores conjuntos escultóricos de la provincia de Ciudad Real. Construida en torno a la mitad del s. XVI, se trata de un proyecto de Enrique Egás el Mozo ejecutado por el maestro cantero Alonso Galdón. Esta portada se podría definir como “Biblia pétrea”, pues tenía como finalidad catequizar a la población mediante la enseñanza de la mariología asuncionista.