Tradicionalmente, los fieles que venían hasta San Carlos del Valle en peregrinación se alojaban en las dependencias de un modesto hospicio, que en los días de fiesta mayor se llenaban hasta arriba, dejando a muchos peregrinos sin habitación ni comida. Por ello, desde los años treinta del siglo XVIII se comenzó a planificar la construcción de las tres nuevas fachadas que habían de cerrar la plaza, con sus galerías correspondientes.
La Casa Grande era un antiguo parador donde los viajeros que o bien iban de paso de Andalucía para Castilla, o bien de Castilla para Andalucía, o simplemente querían visitar al Santo Cristo, paraban a descansar o a pernoctar. Los paradores eran muy frecuentes en los lugares de tránsito, especialmente si poseían pozos de agua y caballerías. El parador que más tarde sería la Casa Grande de la Hospedería ya era una auténtica joya en su estado original, hasta el punto de que existen documentos que dicen que el Rey Felipe IV descansó allí el 15 de abril de 1624 mientras regresaba de Andalucía.
La portada de la casa se divide en dos cuerpos: el inferior, adintelado y con pilastras adosadas de sillar almohadillado, y el superior, con balcón voladizo y baranda de forja. La puerta, de gran dimensión, es de madera con doble hoja adornada con clavos de forja. Cuenta con otro acceso en la zona Sur con salida a la calle Santa Elena. La fachada principal, que da a la Plaza Mayor alterna mampostería y ladrillo de tejar a modo de aparejo o encintado “toledano”, y muestra un enfoscado de mezcla de cemento y cal con polvos rojos de Casariche. La fachada Norte, que da a la Plaza Roja, es de elaboración similar a la fachada principal.
Las continuas intervenciones, reformas y segregaciones modificaron en gran medida la estructura primitiva del edificio. El inmueble estaba en un pésimo estado de conservación, que dificultaba las condiciones de habitabilidad del edificio. Por otro lado, el gran deterioro que presentaba en muchos de sus elementos constructivos hacía que su restauración fuera dificultosa. Los arqueólogos que realizaron una labor exhaustiva antes de iniciarse las obras para construir la Residencia de ancianos “Casa Grande”, constataron que no había existencia de vestigios arqueológicos ni de elementos singulares de relevancia cultural dignos de ser conservados. Sí se puso en conocimiento el gran valor de la arquitectura vernácula manchega; la arquitectura de patio con corredor y pozo es lo único que se ha podido conservar y que actualmente se puede admirar al visitar la Plaza de San Carlos del Valle.
Época: Siglo XVIII
Uso: Hostelería
Visitable: Si
Plaza Mayor
http://hospederiasantaelena.com
Tel. 926 630 026
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