Esta ermita se sitúa a la orilla del río Jabalón. Está compuesta por varios edificios que se reconstruyeron sobre unas ruinas tardorromanas tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa en 1212: una ermita, una casa-hospedería de los antiguos santeros y una casa, que hoy se dedica al almacenaje de aperos. Por otro lado, se construyó no hace mucho un espacio cubierto para celebrar allí la romería y otros eventos festivos.
En todo caso, es cierto que la ermita ha tenido que ser reformada en varias ocasiones, pese a que sus orígenes se sitúan en torno a los siglos XIII y XIV. La última remodelación hizo que las paredes dejasen de tener paramentos blancos. Asimismo, dispone de dos naves con presbiterio, una capilla mayor y una arcada que las divide.
Curiosamente, hay restos de estelas visigodas en los muros de la ermita, además de la gran colección de exvotos. En el propio templo, está la figura de la Virgen de Zuqueca, una talla gótica del siglo XIII con mucho prestigio en la provincia. Además, esta ermita recibe a vecinos y visitantes el primer domingo de marzo, fecha en la que se celebra su romería. Por otra parte, en el entorno cercano se encuentra el yacimiento arqueológico y un merendero que se sitúa cerca del embalse del Jabalón.