La Ermita de Nuestra Señora la Virgen del Valle tiene sus orígenes como Oratorio del Hospital, erigido por la Orden de Calatrava en 1342. Esta se encargará de su conservación hasta su marcha a Almagro.
Cuando la Orden de Calatrava decide abandonar el Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva en 1802 entregarán la Ermita a la Hermandad de Nuestra Señora la Virgen del Valle.
La Ermita en su origen fue Oratorio y más tarde pasó a ser Iglesia, con el nombre de Valde Padilla. La imagen primitiva de la virgen fue donada por el Maestre de la Orden de Calatrava D. Diego García de Padilla. Esta imagen fue destruida durante la Guerra Civil y a posteriori se creó la imagen actual.
La Ermita está construida con una planta de cruz latina orientada al Este. Tiene una sola nave rectangular y sobre el crucero se colocará una linterna poligonal. Además, sobre el Altar Mayor se construirá una cúpula inferior.
El Retablo principal es de estilo neoclásico del S. XVII pintado de color dorado sobre un fondo sobrio de color blanco. Este retablo lo preside la patrona de la localidad que dará nombre a la Ermita. A la izquierda de este retablo (visto de frente), hay otro de menor tamaño con la Virgen del Carmen y la imagen de San Sebastián (la imagen más antigua de la localidad del S. XVI); a la derecha existe otro de dimensiones similares con la imagen de Santa Lucía.
En el Retablo mayor, en la parte más alta, en un triángulo rodeado de estrellas que simboliza la eternidad o la vida eterna, se conservan 3 agujeros de bala de la Guerra Civil.
En el camarín de la virgen habría una ventana por donde entraría la luz del sol al amanecer iluminando la figura de la virgen, dotándola de un aura celestial. La ventana del coro realizaría la misma función al atardecer.
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