Esta ermita está ubicada en el cerro que lleva su nombre, a 3 kilómetros al sureste de la población. Es de planta rectangular con una única nave, separada del presbiterio por un gran arco ligeramente apuntado con cubiertas de artesanados de tres paños. El arco de la nave es abierto por su cabecera con decoración estrellada en su paño central; hay otro, de forma cuadrangular que repite la misma tipología que el de la nave.
Es de destacar la privilegiada vista que se obtiene desde la cima del cerro, se trata de un lugar que acoge actividades tanto de ocio y naturaleza como místicas.