Este templo religioso se empezó a construir en 1542 con el permiso del rey Carlos I. Está formada por una planta de cruz latina con bóvedas de crucería. Asimismo, contaba con un retablo barroco, pero fue destruido durante la guerra civil. Con todo, se construyó otro en 1948 y este contiene pinturas murales de Juan D’Opazo, pintor daimieleño. En cuanto a la torre exterior, cabe destacar que fue diseñada por Juan Ruiz Hurtado y que tiene un cuarto cuadrangular y otro octogonal.
Por otro lado, esta iglesia dispone de varias capillas en las que se pueden visitar algunas de las figuras que recorren las calles de la localidad durante la Semana Santa. Además, se han conservado allí obras del escultor sevillano Antonio Castillo Lastrucci o del propio Juan D’Opazo.