Entre los años XV-XVII se reconstruyen o erigen casi todos los templos del Campo de Montiel, entre ellos la iglesia de Santa Catalina de Carrizosa, . Estructuralmente consta de una sola nave sobre cuatro arcos de cantería. En el lado oeste de la iglesia se encontraba adosado el cementerio. Posee unos impresionantes frescos en el techo y Altar Mayor donde se representan la ascensión al cielo de Santa Catalina. En el techo, destacan las representaciones de los cuatro evangelistas acompañados de sus animales simbólicos según las visiones del profeta Ezequiel. También son de extraordinaria calidad el resto de los frescos que representan la última cena o a Jesús como pastor. Fueron pintados por Jesús Velasco Espinosa en 1942.