El primer molino que tuvo Puerto Lápice fue construido en 1831. En 1925 uno de los molino aún estaba en funcionamiento. A él accedían los vecinos para moler trigo, bien a través de la senda para caballerías situada en su parte este, o bien a través del camino llamado de La Nava para los carros. Este molino contaba además con una edificación cercana, la caseta del molinero, y además se construyó una pared divisoria que permitía guardar ganado. Los dos molineros de los que se tiene constancia se llamaban Galán y Albertano.
En 1953, Información y Turismo decidieron reconstruir un segundo molino. El último de los molinos es el que se encuentra asentado sobre un cerro de piedras.