Se construyó en el siglo XVI gracias al legado y el empeño del Comendador Mayor de Calatrava, don Gutierre de Padilla, si bien la intención inicial de este era fundar un hospital.
Está formado por una iglesia de trazas góticas, pero que ya incluye elementos renacentistas en la decoración. Naturalmente, desde el coro alto, es bello y sobrecogedor contemplar el espacio parroquial y sus impresionantes bóvedas de crucería.
Por su parte, el claustro es de planta rectangular con dos pisos de órdenes clásicos. En el primer cuerpo, se utiliza el orden jónico, dado que es un monasterio femenino, mientras que en el segundo se emplea el orden toscano. A su vez, la escalera dispone de un gran arco rebajado y decorado en las impostas con cabezas humanas. Estas últimas en la parte derecha se entrelazan con perros y en el lado izquierdo se enlazan carneros y elementos vegetales.
Asimismo, el claustro es el espacio que distribuye las dependencias: refectorio, celdas, huerto, etc. Naturalmente, sus portadas platerescas muestran un extenso e interesante catalogo ornamental del Renacimiento de exquisita y fina labra. En 1931, debido a su valor histórico-artístico, este impresionante monasterio fue declarado Bien de Interés Cultural.