Situado en la plaza a la que da nombre, fue declarada Monumento de Interés Artístico en 1981. Desde el exterior destaca su fachada señorial conjugada con un acceso principal remarcada con piedra. Sobre el acceso se dispone un balcón central coronado con un escudo. Los balcones se alternan con la presencia de cuatro medallones ornamentales. Una marquesina separa el cuerpo inferior del superior. La fachada completa su decoración con un friso corrido a base de triglifos y metopas. Tras acceder por el zaguán sorprende un patio central a cuatro pandas con columnas dóricas adintelado y con balcones en su parte superior. Está culminado con una cristalera.
Entre los años 1990 y 1993, tras su adquisición por parte del Ayuntamiento, fue restaurada gracias a la primera Escuela Taller de La Solana convirtiéndola en centro cultural con sala de exposición, auditorio y aulas de formación además de Oficina de Turismo.