Fue la residencia palaciega de los maestres y sede del centro administrativo y económico de la orden de Calatrava. Posteriormente, al pasar los maestrazgos de las órdenes militares a los reyes, parte de este gran conjunto palaciego se convierte en la casa del gobernador. En el siglo XVIII, en el reinado de Fernando VI, otra parte es adaptada para Cuartel de Caballería. Posteriormente, con la desamortización del XIX pasa a manos privadas y, actualmente, se dedica a distintos fines.
Hoy en día, de ese palacio conservamos el patio principal, de arquitectura mudéjar, las formas del torreón y algunos elementos interiores como zapatas policromadas de gran valor.