A la plaza más importante de La Solana se le declaró Bien de Interés Cultural por buenos motivos: su bello y amplio espacio, separado en dos zonas de diferente aspecto y años, conforma el centro histórico de la vida de la localidad. Al este se encuentra el Ayuntamiento, diseñado por Luis de Béjar y Cristóbal Díaz y construida en el siglo XVI, mientras que en el noroeste existen dos plantas de vanos asimétricos construidas sobre porches de medio punto, así como un arco con bóveda de cañón rebajada decorada con lunetos. Esta segunda zona data del siglo XIX, cuando los canónigos de la Colegiata ordenaron su construcción para poder vivir allí.
Antes de esta ampliación, La Solana ya se había visto necesitada de obtener más espacia debido al empuje y crecimiento económico del municipio. Por ello, poco después del siglo XVI, gracias a la aportación de 60000 maravedíes reales, se demolieron algunas viviendas deshabitadas que dieron lugar a la actual Casa Consistorial.
En la actualidad, la Plaza Mayor de La Solana es una mezcla de estilos, colores y formas que han acabado definiéndola como un espacio singular y único en toda la comunidad. También destaca en esta Plaza la Iglesia de Santa Catalina.
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