Esta ermita fue construida en el siglo XVI en el lugar exacto donde, según la tradición, la Virgen se le apareció a un pastor en lo alto de una carrasca. Seguramente lo más singular del santuario sea que es un santuario-plaza de toros como el de las Virtudes en Santa Cruz de Mudela o el de las Nieves en Almagro.
Se accede a su interior por una puerta ubicada sobre el eje central de la plaza cuadrada. Con la excepción del ala norte, el edificio está rodeado por una construcción de dos cuerpos; la primera planta es una sección porticada con arcos de medio punto, mientras que la segunda tiene pilares y una barandilla de hierro para observar mucho mejor los festejos taurinos. Otros elementos destacables son el singular retablo del altar y una impresionante verja de forja datada en el siglo XVIII, la cual separa la nave de la capilla.