Es uno de esos caprichos de la naturaleza que son dignos de visitar. Se trata de una laguna volcánica que se encuentra encaramada en la parte alta de la Sierra de Puertollano.
Se caracteriza por ser la única laguna de carácter volcánico que se encuentra colgada en la parte alta de una montaña cuarcítica. Esta peculiaridad, junto con la singularidad y el alto grado de naturalidad de este espacio, le confiere un alto valor geomorfológico y paisajístico sin igual. Es un lugar ideal para el refugio de animales tan especiales como son el lince ibérico y el águila real.
Para llegar desde el Parque Municipal El Pocillo de Mestanza, se toma el Camino Público del Olivar de Carlos, después se deja el vehículo en algún lugar en el que no moleste, y por fin, siempre con el máximo respeto, se pueden visitar los alrededores de la laguna. Los más valientes pueden realizar una pequeña ruta de senderismo.
Es recomendable llevar prismáticos para poder ver el vuelo de las águilas reales u otros animales, así como una buena cámara fotográfica.
Esta espectacular laguna está clasificada como Monumento Natural.
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