Almagro, que es el tercer destino turístico más visitado de Castilla-La Mancha, disfruta de la denominación de Conjunto histórico-artístico desde 1972 por la belleza de su trama urbana, de sus monumentos. Por ejemplo, sin lugar a dudas, destaca el Corral de Comedias, original y singular foco teatral que fue ampliado con el Festival Internacional de Teatro Clásico y el Museo Nacional de Teatro (antiguos Palacios Maestrales). Este mismo se sitúa en la plaza Mayor, que es una joya y el centro de la vida diaria y festiva de la ciudad, además de un buen lugar para tomar tranquilamente una tapa de berenjena de Almagro con un buen vino.
En el centro urbano de Almagro, podemos encontrar también el Palacio de los Condes de Valdeparaiso, el mayorazgo de Jedler, administradores de los banqueros alemanes Fúcares, o distintas casas de la nobleza local distribuidos en las calles principales. También podemos descubrir los numerosos conventos, iglesias y ermitas que se han construido y mantenido desde la Edad Media, como el grandioso Monasterio de Calatravas, joya del Renacimiento, la Universidad del Rosario, el Convento de Santa Catalina, actual Parador de Turismo, la desacralizada Iglesia de San Agustín, que cuenta con pinturas barrocas extraordinarias, y las dos iglesias parroquiales: Madre de Dios y S. Bartolomé. A su vez, encontramos distintas ermitas, como la de San Ildefonso y la Paz o la Ermita de San Juan, las dos con bellas armaduras de madera y almizate. Incluso existe la Ermita de San Pedro, construida por el afamado arquitecto Fisac.
Por otro lado, Almagro conserva ejemplos arquitectónicos de los siglos XIX y XX, como el precioso y alegre Teatro Principal, que resume los gustos de la burguesía novecentista, la Plaza de Toros y la estación, con sus respectivos paseos o las imaginativas fachadas decoradas con yeserías modernistas. Otro atractivo son los museos hechos expresamente para el visitante que decide venir a la localidad.
Asimismo, a tan sólo 10 kilómetros, se encuentra el Santuario de la Virgen de las Nieves, patrona de la localidad, que está formado por una ermita, una plaza de toros adosada a ella, varios ejemplos de arquitectura popular de corredores y un parque para niños.
Por consiguiente, todos estos ejemplos de patrimonio cultural hacen que Almagro sea una localidad que se pueda visitar durante todas las épocas del año para disfrutar de unos de los pocos pueblos españoles con tanto encanto.