Lógicamente, Campo de Criptana dispone de un patrimonio cultural encabezado por su sierra de los Molinos y el cerro de la Paz, donde se encuentran sus blancos Molinos de Viento . También se pueden decir que son aquellos “gigantes” contra los que luchó Don Quijote en la obra más célebre de nuestra literatura. En cualquier caso, la localidad tenía un total de treinta y cuatro molinos en épocas pasados, si bien hoy se conservan diez de ellos. Aun así, es sorprendente su buen estado de conservación, que sigue asombrando a todo aquel que decide acercarse a ellos. En efecto, han sido declarados Bien de Interés Cultural el Molino Burleta, el Infante y el Sardinero. Asimismo, en uno de ellos, se sitúa el Museo de Sara Montiel .
Desde ese mismo cerro de la Paz, podemos apreciar el paisaje de la comarca e incluso rememorar épocas pasadas. Al bajar del cerro, nos encontramos con el barrio del Albaicín y algunas de sus casas cuevas, una de las cuales podemos visitar. En cualquier caso, es una buena oportunidad para recorrer las calles de este barrio y apreciar cómo ha cambiado con el paso de los años, pero también viendo que ha conservado su esencia óptima.
Además, en sus calles, plazuelas y plazas como la del Pozo Hondo, la de las Infantas o la Plaza del Pósito, encontraremos el antiguo Pósito Real, que es la sede del Museo Municipal, espacio en el que disfrutaremos de diversas exposiciones. Cerca de allí, se sitúan el Ayuntamiento y la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Asimismo, en este pausado recorrido hallaremos casas con escudos nobiliarios y varias ermitas con sus estilos arquitectónicos.
Por otro lado, a apenas 2 km del centro urbano, se localiza el Santuario de la Virgen de Criptana, un bello paraje rodeado de miles de viñas, mientras que a 4 km hacia el noroeste del núcleo, junto a la carretera que conduce a Miguel Esteban, se sitúa el Santuario del Cristo de Villajos. Este santuario cuenta con un edificio barroco que ha sido reformado recientemente. Justo al lado, encontramos un interesante pozo de nieve, excavado y rehabilitado.
Un enclave privilegiado desde el que la Virgen de la Paz parece mirar y proteger a todos los criptanenses, es el Cerro de la Paz.
Es desde este cerro, al pie de la Sierra de los Molinos y en pleno barrio del Albaicín, donde puedes divisar y disfrutar de la vista siempre amplia y casi infinita del horizonte manchego y contemplar los atardeceres multicolores en Campo de Criptana.