En el centro del pueblo se puede visitar la Iglesia de Ntra. Sra. de la Visitación, del siglo XX, que está ubicada en la Glorieta y permite conversar con los vecinos para aprender acerca del pasado del pueblo. Otro templo religioso se encuentra en los alrededores del pueblo: se trata de la Ermita de S. Isidro, también de mediados del siglo XX. Se encuentra en el paraje conocido como “El Villarejo” junto a un excelente ejemplo de arquitectura popular, muy bien conservado, llamado el lavadero de El Villarejo; antiguamente, las mujeres del pueblo venían a esta construcción poligonal alrededor de un pozo para lavar sus prendas.
Durante la época romana se construyó una vía que unía Toledo y Córdoba, pasando desde el puerto de Caracuel hacia el de La Viñuela; aún quedan restos de la misma que se pueden observar para intentar imaginar cómo se utilizó antaño. Muchos años después, ya en época medieval, se construyó un puente sobre el río Tirteafuera: es de tres ojos con arcos de medio punto, y se encuentra a escasa distancia de otro del siglo XVI de diez ojos.
En el campo aún resisten ejemplos de las grandes casas de labor o cortijos que abundaban por la zona. Una de las más destacables es la casa de Collado, situada en el kilómetro 11 de la carretera CR-4113; se trata de una excelente construcción del siglo XIX, con dos patios claramente diferenciados: uno pequeño para vivir y otro más grande para trabajo agrícola. Además, cuenta con una pequeña ermita a su lado.
Otros edificios tradicionales de principios de la Edad Moderna, deteriorados y ya en desuso, son las ventas, antaño punto de encuentro y de descanso de los viajeros. Algunas de las que mejor han aguantado son Casa de Perabad y la Venta Torres, aunque esta última está cerca de la desaparición.
El pasado minero de Villamayor queda latente con la mina de San Quintín, localizada a 13 kilómetros por la CR-4113 y ya conocida por los romanos, aunque con mayor esplendor y actividad entre los siglos XIX y XX, y con la de Villazaide, que está a una distancia de 7 kilómetros, en la finca de “La Cruz”. A su lado hay restos de una vía férrea.
Finalmente, es muy interesante la antigua cantera del volcán El Morrón, explotado debido a la particular roca que escupían sus erupciones. Es un mineral único en el mundo, compuesto de leucita y melaleucitita olivínicas, por lo que es una piedra muy dura y resistente. Se usó para construir las vías del AVE Madrid-Sevilla, así como para realizar adoquines para la Calle Alcalá, en Madrid.