Al sur de la provincia, entre la sierra de Calatrava y la de Puertollano, se encuentra Villanueva de San Carlos, un municipio recorrido por el río Ojailén. En su término se incluyen las aldeas de La Alameda y Belvís. Esta última fue el origen de la población en 1184.
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Villanueva de San Carlos es un pequeño pueblo manchego que servía de residencia a los frailes franciscanos durante los meses de estío en el conocido como El caserón de los Calatravos.
Su origen fundacional es moderno, por una Real Cédula de Carlos III en 1773, previa petición de unos vecinos de la aldea de Belvís para que se concediese una explotación de pastos y tierras en esta zona. En 1769 empezó por fin la construcción de las viviendas.
Belvís es un pueblo anejo de Villanueva de San Carlos, muy cercano al Castillo-fortaleza de Calatrava...
La Alameda es una pequeña y acogedora aldea dependiente de Villanueva de San Carlos. Se encuentra a unos...
A principios de año se celebra en Villanueva de San Carlos el día de Ntra. Sra. de las Candelas, en el primer fin de semana de febrero (el más cercano al día 2), con un homenaje a la presentación de Jesucristo en el Templo.
Las fiestas patronales de Villanueva son el 15 de mayo, coincidiendo con el día de San Isidro Labrador, patrón del pueblo. Más tarde, entre el 8 y el 10 de junio, se celebra el día de San Antonio de Padua, festividad que comparte con sus dos pedanías. Finalmente están las Fiestas de Agosto y las fiestas de Ntra. Sra. del Rosario (1 al 3 de octubre).
Uno de los edificios más singulares de Villanueva de San Carlos es el Caserón de los Calatravos, casa de dos plantas construida en aparejo toledano con cubierta a dos aguas, cuyos forjados son de madera. Este edificio posee varios patios anexos, alrededor de los cuales se sitúan las distintas habitaciones del caserón.
El pueblo cuenta con dos templos religiosos: uno es la Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Candelaria, un santuario de pequeñas dimensiones que cuenta con una sola nave cubierta por cielo raso y que fue transformada con los años, aunque sigue conservando muchos elementos decorativos de origen barroco; el otro es la Iglesia de San Antonio, formada por una nave con muros de mampostería de piedra volcánica y de ladrillo.
Finalmente, es muy interesante la existencia de la Necrópolis de la Solana, un misterioso conjunto de enterramientos que datan de la Edad del Bronce y del que a fecha actual aún se sabe muy poco.
Villanueva de San Carlos está rodeada por un medio natural sin grandes intervenciones y modificaciones realizadas por el hombre, por lo que cuenta con áreas muy bellas como las Aceas o Sierra de las trampas (las primeras estribaciones de Sierra Madrona y Sierra Morena) y la Peña Hueca en La Alameda.
Destaca además la flora y la fauna típicas del río Ojailén, que desemboca en una Microrreserva natural: los Túneles de Ojailén, que no pueden ser visitados por la fragilidad del medio, aunque eso no quita su increíble valor ecológico.
D.O.P. Queso Manchego
I.G.P. Cordero Manchego
D.O.P. Aceite Campo de Calatrava
La excelente cocina tradicional de Villanueva de San Carlos está realizada a base de productos naturales: destacan la caldereta de cordero, el asadillo, las migas, las gachas y los calandrajos.
Río Ojailén.
