El territorio de La Mancha está considerado como una de las grandes regiones naturales de España. Gracias a su altitud media de casi 700 metros, su amplia llanura se ha convertida en la que tiene mayor extensión de toda la Península Ibérica. Es característica su planitud y su horizontalidad topográfica, ya que realmente no posee ningún desnivel o pendiente relevante que afecte al terreno.
Por este motivo, así como por la permeabilidad del terreno calizo y la escasez de precipitaciones de la zona, en La Mancha existen cursos fluviales poco encajados y de escasa capacidad erosiva que acaban desbordándose en los pocos meses del año en los que caen fuertes lluvias. De este modo, durante la mayor parte del año, aparecen prolongados estiajes que definen una serie de complejos lagunares de lo más interesantes; se trata de los humedales manchegos, de entre los que destacan principalmente los que hay en Alcázar de San Juan y en Pedro Muñoz.
Dentro de la Mancha destaca el Campo de Montiel, una altiplanicie con una altitud algo mayor que ronda los 800 metros. Su forma topográfica, más sinuosas que el resto de la comarca, rota por el encajonamiento del alto Guadiana, que da lugar a la aparición de quince lagunas escalonadas. A este complejo lagunar fluvio-lacustre se le conoce como las Lagunas de Ruidera, cuya espectacular belleza le han valido el nombramiento de Parque Natural el día 13 de julio de 1979.
Día 1
Llegada al lugar elegido, donde se disfrutará del encanto de la localidad así como de su entorno y de la gastronomía local.
Día 2
Visita a la sierra de Herencia. En la subida hay que atravesar un enclave interesante de enebros, tras los que se ocultan unas espectaculares vistas hacia el yacimiento del Navajo, de la Edad del Bronce. También se deben contemplar los antiguos muros, los aljibes, toda la Llanura Manchega y la sierra de la Sevillana, que acoge un abrigo con pinturas de arte esquemático (La Rendija).
Más tarde hay que visitar los complejos lagunares de Alcázar de San Juan: las Lagunas de la Veguilla, el Camino de Villafranca y el Camino de las Yeguas son lugares espectaculares. De igual modo ocurre con el complejo lagunar de Pedro Muñoz: la Laguna de la Vega o del Pueblo, la de Alcahozo, la del Retamar y la de Navalafuente son dignas de visitar. Ambos complejos lagunares son ejemplos de lagunas endorreicas: sus aguas provienen directamente de la lluvia y no vierten a ningún río, perdiéndose por filtración o por evaporación. Su alto interés medioambiental les ha merecido ser declaradas como Reserva Natural y Zona de Especial Protección de Aves. Figuran en el Convenio Ransar, donde se recogen los humedales de mayor importancia internacional.
Día 3
Finalmente se llega a las Lagunas de Ruidera. Obligado recorrido por las lagunas, con parada en el mirador del pueblo, visita al paraje de los Chorros y paseo por el Hundimiento.
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