Las lagunas de Ruidera son un impresionante paraje de gran belleza con singularidades paisajísticas y geológicas, situado en los límites de las provincias de Ciudad Real y Albacete. Está formado por un complejo sistema lagunar de quince lagunas: la Blanca, la Conceja, la Tomilla, la Tinaja, la de San Pedro, la Redondilla, la de la Lengua, la Salvadora, la de Santos Morcillo, la Batana, la Colgada, la Laguna del Rey, la Cueva Morenilla, la Coladilla y la Cenagosa. Considerado uno de los espacios naturales húmedos más interesantes y bellos de la Península, el complejo se caracteriza por las caídas de agua que engarzan unas lagunas con otras. Las lagunas son el drenaje natural de una buena parte del acuífero del Campo de Montiel.
También es un área especial para la avifauna; entre las especies más representativas destacan el aguilucho lagunero, el porrón moñudo, la focha común, el ánade real, el pato colorado y el zampullín común.
En el Centro de Visitantes facilitan a los turistas recomendaciones e información sobre este espacio protegido: itinerarios, consejos, zonas de baño o pesca, senderos… Su sala de exposiciones nos permite entender sus atractivos, su geología, su fauna y su flora, todo por medio de paneles de información, acuarios y maquetas. También dispone de un jardín botánico con los árboles y arbustos más interesantes y representativos del parque.
Las actividades que se pueden realizar en las Lagunas son apasionantes; desde disfrutar de una agradable caminata alrededor de alguna de las lagunas hasta acercarse a visitar el castillo de Rochafrida (Albacete), pasando por baños en las lagunas cuando es verano y por recorridos en piragua. También es posible recordar algunos capítulos de El Quijote, sobre todo la aventura que discurre en la Cueva de Montesinos, recorriéndola sin miedo acompañados de un guía experto.