Es un alimento básico y necesario en cualquier receta de la cocina manchega tradicional. De hecho, es fundamental en la mayoría de ellos.
El conjunto de las condiciones edáficas, meteorológicas y sistemas de explotación en la zona de producción han dado lugar a la selección de la «Recas». Por eso, se obtiene una cebolla que se adapta a la zona en la que se produce. Además, sus características específicas convierten a la región de Castilla-La Mancha en uno de los mayores productores de cebolla de toda España. Dentro de esta comunidad, la cebolla que más se produce es la de tipo “Recas”, que es la única reconocida en la IGP Cebolla de La Mancha.